DESEO, AUTÓMATAS Y CYBORGS EN TIEMPOS DE LA IA

DESEO, AUTÓMATAS Y CYBORGS EN TIEMPOS DE LA IA

A finales de la década de los sesenta, comienzan a surgir diversas propuestas artísticas que plantean diálogos innovadores con el espectador desde el campo de la robótica. Estas obras presentaban máquinas capaces de interactuar con diversos inputs del espectador y que parecían responder a ellos, como si la máquina poseyera la capacidad de entender y reciprocar tales intentos de comunicación. En este contexto, la exposición Cybernetic Serendipity (1968) representa un primer intento institucional de abrazar y legitimar estas expresiones culturales emergentes dentro del espacio museístico, marcando un hito en la relación entre arte, tecnología y cibernética.

Desde entonces, ha habido una multiplicidad de propuestas que posicionan al artista, el medio de los artefactos robóticos, el código computacional y la interacción con el espectador como elementos centrales de la obra artística. Este campo de experimentación ha evolucionado constantemente, incorporando nuevas tecnologías y reflexionando sobre las implicaciones sociales y filosóficas de la relación entre humanos y máquinas.

“A propósito de Frankenstein y el autómata de san Alberto Magno… o de por qué la belleza humana no es asunto de robots”

Texto de Adrián Pradier Sebastián

EL DESEO HUMANO DE CREAR UN SER A IMAGEN Y SEMEJANZA

Todo empieza con una idea. Tal vez quieras comenzar un negocio o convertir un pasatiempo en algo Conforme la tecnología avanza a pasos acelerados, pareciera que el deseo humano ancestral por crear una versión sintética de sí mismo está cada vez más cerca de materializarse. Sin embargo, existe una brecha significativa entre las aspiraciones y la realidad: al robot se le imputan cuantiosas capacidades que no logra cumplir del todo.

Entre estas expectativas frustradas se encuentran la habilidad de responder con naturalidad en conversaciones complejas, acompañar y cuidar a las personas mayores con empatía genuina, realizar las tareas domésticas de manera autónoma y eficiente, e incluso satisfacer sexualmente a sus usuarios.

Sin embargo, es evidente que, incluso en sus estratos más altos, la interacción (con el artefacto robótico) nunca es total, debido a las propias limitaciones de la inteligencia artificial y a que, en última instancia, depende en todo caso del sujeto humano la concesión de ese derecho: ser interactúa con el robot si el humano así lo decide.
— "Arte, estética y robots: para una filosofía de la interacción" Adrian Pradier

EL DESEO HUMANO DE DEJAR DE SER HUMANO PARA VOLVERSE MÁQUINA

Como señala Leibrandt en su ensayo de 2007 El ciborg: Las tecnologías como extensión del humano en la ciencia-ficción y realidad para definir qué entendemos por cyborg: "En la narrativa de la ciencia-ficción se relaciona el ciborg con cualquier persona a la que se le haya introducido o use un artefacto digital en el cuerpo de forma que lo natural y lo artificial trabajan juntos complementándose de forma óptima y la realidad virtual forma parte de un 'ciberorganismo'."

Sobre Amalia Ulman:

Como parte de su práctica de Net Art, Ulman empezó en 2014 la obra Excellences & Perfections (Excelencias y Perfecciones) en su cuenta de Instagram creando un personaje ficticio cuya historia se desdoblaba en tres episodios diferentes, presentándose como tres mujeres diferentes: una chica linda, una joven en busca de un amante viejo y adinerado, y finalmente una 'diosa de vida'.[19]​ Ella misma encarnó el personaje durante meses en primera persona, jugando con diferentes estereotipos.[20]​ Con esa obra, Ulman pretendía probar la facilidad con la que una audiencia puede ser manipulada a través del uso de arquetipos y personajes que han visto antes.[21]

Tomado de: ​https://es.wikipedia.org/wiki/Amalia_Ulman

CONCLUSIONES

En ambos casos, el cyborg y el autómata, desean de utilizar la inteligencia artificial, con mayor o menor éxito y con propósitos radicalmente diferentes: el cyborg la emplea como herramienta creativa para transformar, multiplicar y cuestionar su imagen e identidad, mientras que el autómata la busca para no tener que depender de un control remoto humano y alcanzar una autonomía que perpetúe su función de servidumbre.

Al final de esta investigación, no he encontrado piezas artísticas en donde los sujetos que abrazan, juegan o cuestionan críticamente el panóptico digital mediante la extensión de su cuerpo en un ciber organismo no sean mujeres. Del mismo modo, tampoco encontré figuras humanoides robóticas masculinas hechas con el propósito explícito de satisfacer sexualmente a mujeres humanas; el mercado de robots sexuales está diseñado casi exclusivamente pensando en consumidores masculinos heterosexuales.

Sin haberlo buscado deliberadamente, la dicotomía entre autómata y cyborg pareciera reflejar una dicotomía más profunda entre los deseos encarnados de lo masculino y lo femenino en nuestra cultura tecnológica contemporánea. Pareciera que el deseo masculino proyectado en el autómata solo se satisface en la búsqueda de un ser sintético que está programado para obedecer sin cuestionar, replicando fantasías de control y dominación. Por el contrario, el deseo femenino expresado a través del cyborg utiliza las vías del internet para observarse a sí mismo de manera reflexiva y crítica, asumiéndose como ente multiforme, transformable e inasible, capaz de reconfigurarse constantemente y, sobre todo, capaz de cuestionar y subvertir el deseo de quien le desea, invirtiendo la mirada objetificadora y recuperando la agencia sobre la propia representación.

Este ejercicio transmedia fue realizado para la clase de Arte Digital de Giomar Jiménez Orozco

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Este ejercicio transmedia fue realizado para la clase de Arte Digital de Giomar Jiménez Orozco 〰️